Los superalimentos de siempre vs. las tendencias modernas

  • Los superalimentos se han puesto de moda, pero ¿cuánto de marketing hay en ellos? La clave para distinguir la publicidad de la verdad es analizar sus nutrientes y prestar atención a las evidencias científicas que los respaldan.
  • Existen muchos productos a nuestro alcance con unas propiedades nutricionales excepcionales en los que quizás no has reparado. Te revelamos los mejores superalimentos y algunos consejos para llevar una dieta sana.

 

Los superalimentos, también conocidos a nivel internacional como superfoods, están actualmente en boca de muchos deportistas y healthy lovers. La panacea de la nutrición para unos, mera estrategia de marketing para otros. Lo que parece evidente es que no dejan indiferente a nadie. La duda es, ¿existe una evidencia científica detrás de los considerados superalimentos? ¿Cuáles son los mejores superalimentos?

¿Qué son los superalimentos?

Si bien es cierto que algunos alimentos exóticos se han puesto de moda en los últimos años y su demanda se ha disparado, la realidad es que los ‘superalimentos’ existen desde el siglo XX. Pese a no haber ninguna definición científica ni legal de este término, el European Food Information Council (EUFIC) determina que se trata de ingredientes cuyo contenido de nutrientes confiere un beneficio para la salud superior al de otros alimentos.

 

En otras palabras, hablamos de alimentos que poseen un gran poder nutricional por su elevado contenido en vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes y/o fitonutrientes. Por otra parte, hay que distinguir los superalimentos de los alimentos funcionales. Estos son aquellos a los que los fabricantes les añaden nutrientes para justificar sus efectos beneficiosos sobre la salud.

 

Los superalimentos son siempre naturales, no se les agrega ni nutrientes ni aditivos. Y es importante tener en cuenta que sus excelentes cualidades no implican que deban consumirse en exclusiva, eliminando otros alimentos de la dieta. Para disfrutar de una buena salud y bienestar, es crucial ampliar el abanico de alimentos nutritivos que incluimos en nuestro menú diario.

La carne de conejo, entre los mejores superalimentos
La carne de conejo es uno de los mejores superalimentos de toda la vida gracias a su alto contenido en proteínas, minerales y vitaminas, con poca grasa

Los mejores superalimentos de ayer y hoy

A la hora de valorar cuáles son los mejores superalimentos, no debemos caer en modas. Tampoco es relevante si se trata de ingredientes típicos o de reciente descubrimiento. El EUFIC señala que hay muchos tipos de superalimentos que han sido estudiados. Cada uno tiene sus propias características y beneficios para la salud, destacando:

 

  • Vegetales de hoja verde como las espinacas, la col rizada, las acelgas y la rúcula. Son ricos en vitaminas, fibra, minerales y antioxidantes.

 

  • Semillas y frutos secos. Por ejemplo, las semillas de chía, de lino y de cáñamo; o las almendras, las nueces y las avellanas. Tienen un elevado contenido de ácidos grasos, omega-3, proteínas, fibra y otros nutrientes.

 

  • Bayas y frutos rojos, como los arándanos, las moras, las fresas, la remolacha, las frambuesas y las bayas de açaí. Poseen antioxidantes, vitaminas y fibra.

 

  • Frutas tropicales, entre las que tenemos el aguacate, la piña, el mango o la papaya. Son ricas en vitaminas, minerales, antioxidantes, fibra y enzimas digestivas.

 

  • Cereales integrales del estilo de la quinoa, el amaranto, la avena, el trigo sarraceno, el mijo y la cebada, que tienen fibra, vitaminas y minerales.

 

  • Algas marinas, como son la espirulina, la chlorella y nori. En ellas encontramos proteínas, vitaminas, minerales, antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y clorofila.

 

  • Pescados azules entre los que destacan las anchoas, las sardinas, el arenque y el salmón. Son una importante fuente de ácidos grasos, omega-3, proteínas, vitaminas y minerales.

 

  • Carnes blancas, como el pollo, el pavo o la carne de conejo, que poseen un alto contenido en vitaminas, minerales y proteínas, entre muchos otros nutrientes.

Los llamados ‘superalimentos’ han inundado en los últimos años nuestro concepto de dieta sana, pero la ciencia discrepa acerca de que muchos de ellos tengan unas propiedades realmente excepcionales.

La carne de conejo, un superalimento accesible y sostenible

Entre los superalimentos existen muchos ingredientes exóticos que la mayoría del público no conoce o está poco familiarizado con ellos, siendo difíciles de encontrar. Es más, muchos forman parte de la dieta diaria en otras partes del mundo.

 

Sin embargo, tal y como señala el libro ‘Los superalimentos’ publicado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), basta un simple vistazo a sus nutrientes para descubrir homólogos igualmente sanos, locales y sostenibles.

 

Jara Pérez Jiménez, nutricionista del CSIC señala que podemos obtener los mismos nutrientes que nos aportan los superalimentos con una dieta sana típica mediterránea. En este sentido, la carne de conejo es uno de los ingredientes estrella de la dieta mediterránea y considerado todo un superalimento para deportistas de élite por su perfil nutricional.

 

El estudio ‘Efectos del consumo de carne de conejo sobre el perfil inflamatorio, parámetros antropométricos y cambios en la composición en la dieta en deportistas de alto rendimiento’, señala que es una opción perfecta para tener en cuenta como fuente de proteínas magras de alto valor biológico, vitaminas y minerales.

 

Asimismo, está recomendada para tratar diversas patologías por su elevado contenido en sustancias antioxidantes y ácidos grasos omega-3, pero bajo en grasas y colesterol.

Como has podido comprobar, no siempre es necesario seguir modas ni salir de nuestras fronteras para encontrar superalimentos que te permitan tener una buena salud y/o mejorar tu rendimiento deportivo. Lo esencial es llevar a cabo una ingesta equilibrada de nutrientes, aumentando la variedad de alimentos en tu dieta.

 

La información proporcionada en este artículo es solo para fines informativos y no debe considerarse un sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Consulta a tu médico u otro profesional de la salud cualificado ante cualquier pregunta que puedas tener sobre una condición médica o tratamiento.

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