Dietas antiinflamatorias: qué comer y cómo seguirla

  • Te contamos en qué consiste una dieta antiinflamatoria, cuáles son los alimentos que funcionan y los beneficios de la carne de conejo para reducir la inflamación de manera natural
  • Alimentos como los ácidos grasos Omega-3 o la proteína de carnes magras tienen propiedades antiinflamatorias naturales.

 

En los últimos años, hemos oído hablar hasta la saciedad de dietas antiinflamatorias, alimentos que reducen la hinchazón de manera natural y hasta de complementos alimenticios que nos echan una mano en momentos puntuales.

 

Ahora bien, es importante que sepas que la inflamación es una respuesta natural de nuestro sistema inmunitario. Es decir, es la manera que tiene el cuerpo de protegernos ante ciertas amenazas. Sin embargo, si la inflamación se vuelve crónica puede llegar a generar muchas enfermedades cardíacas, intestinales o articulares.

¿Qué es una dieta antiinflamatoria?

Antes de saber qué es una dieta antiinflamatoria, tenemos que hacer un pequeño inciso. Como hemos mencionado, la inflamación es una respuesta natural de nuestro sistema inmune y puede producirse en una situación concreta o repetirse en el tiempo. En este último caso es importante adoptar una dieta antiinflamatoria.

 

En este tipo de dietas se recomienda el consumo de determinados alimentos con propiedades antiiflamatorias. No es una ciencia universal ni hay un libro mágico que indique cómo seguir este tipo de dietas, como apuntan desde el Centro Médico Teknon. Sin embargo, sí podemos hacer pequeños cambios en nuestra alimentación.

¿Para qué sirve una dieta antiinflamatoria?

Al igual que muchas de las afecciones de nuestro cuerpo, si no se controla a tiempo, pueden agravarse. Por esto, tal y como señala la doctora Karla Saint Andre en Houston Methodist las personas que siguen una dieta antiinflamatoria tienen menos riesgo de sufrir enfermedades crónicas y, sobre todo, cardíacas.

 

Es más, son muy recomendables para personas con: diabetes, psoriasis, asma, la enfermedad del hígado graso o el síndrome del ovario poliquístico.

Beneficios de una alimentación antiinflamatoria

Los beneficios de una dieta antiinflamatoria se aprecian a corto y a largo plazo. En primer lugar, reducen la inflamación crónica, pero lo que no todo el mundo sabe es que tiene un impacto positivo en muchas otras enfermedades. Tanto para su prevención como para reducir sus síntomas.

 

Por tanto, adoptar una dieta rica en alimentos antiinflamatorios:

 

  • Disminuye el riesgo de sufrir enfermedades crónicas, ya sean cardíacas y diabetes.
  • Mejora la salud de las articulaciones en personas que padecen artritis o dolores articulares. Alivia el dolor y mejora la movilidad.
  • Fortalece el sistema inmunológico y combate infecciones.
  • Ayuda a mantener el cerebro saludable.
  • Mejora la digestión, previene enfermedades digestivas y reduce los síntomas de la inflamación intestinal.

Nutrientes esenciales en una dieta antiinflamatoria

Ya sabes los beneficios de una dieta antiinflamatoria, pero ¿qué nutrientes son importantes para llevarla a cabo?

 

  • Los ácidos grasos Omega-3 que están presentes, sobre todo, en el pescado azul, las nueces y las semillas de chía.
  • La Vitamina C y E.
  • Minerales como el zinc y el selenio.
  • La fibra dietética presente en cereales integrales, frutas o legumbres reduce los niveles de inflamación en el intestino.
  • Las fuentes de proteína de carnes magras, como la carne de conejo, ya que contiene un bajo contenido en grasa.

Alimentos recomendados en una dieta antiinflamatoria

La pregunta del millón: ¿qué comer en una dieta antiinflamatoria? Lo recomendable siempre es consultar con un nutricionista, para que pueda diseñar un plan a tu medida.

 

Los alimentos más recomendados son:

 

  • Aceite de oliva.
  • Aguacate.
  • Frutos secos y semillas: nueces, almendras, semillas de lino y chía.
  • Carnes magras: carne de conejo, pollo o pavo.
  • Pescado graso: salmón, caballa y sardinas.
  • Bayas: fresas, arándanos, moras.
  • Verduras de hojas verdes: espinacas o acelgas.
  • Brócoli y col rizada.
  • Cítricos, como naranja, pomelo y limón.
  • Especias y hierbas: cúrcuma, jengibre, pimienta negra, ajo, canela.

 

Recuerda que no toda inflamación tiene la misma causa, por lo que entender su origen es el primer paso para confeccionar esta dieta.

Receta con carne de conejo
Carne de conejo cocinada

¿Qué alimentos favorecen la inflamación?

Y ahora, nos lo llevamos al lado opuesto. Así como hay alimentos que reducen la inflamación, hay otros que la aumentan e incluso pueden empeorar los síntomas de enfermedades relacionadas.

 

Si sufres de inflamación es mejor que reduzcas el consumo de:

 

  • Bebidas azucaradas como refrescos, zumos industriales o bebidas energéticas que eleven los niveles de glucosa en sangre.
  • Bollería industrial: las masas hechas con harina refinada.
  • Las grasas trans y grasas saturadas presentes en comida rápida.
  • Carnes rojas y procesadas.
  • Lácteos enteros.
  • Alimentos fritos.

La inflamación es un mecanismo biológico que, si no existiera, dejaría a nuestro cuerpo indefenso ante ciertas enfermedades.

La carne de conejo en la dieta antiinflamatoria

Ya te hemos contado que las proteínas de carnes magras tienen muchísimos beneficios en una dieta antiinflamatoria, porque contribuyen al buen funcionamiento del sistema inmunológico y ayuda a la reparación de tejidos.

 

La carne de conejo es una de las opciones favoritas de nutricionistas, ya que tiene un bajo contenido en grasas saturadas lo que reduce los niveles de inflamación. Asimismo, es rica en vitaminas del grupo B, como la B12, necesaria para el buen funcionamiento del sistema nervioso y metabólico.

A todo es esto, una dieta antiinflamatoria también implica adoptar hábitos de vida saludable, como hacer deporte y dormir lo suficiente. Los pequeños cambios que hagas hoy en tu rutina van a ser la consecuencia de una mejor calidad de vida en el futuro.

 

La información proporcionada en este artículo es solo para fines informativos y no debe considerarse un sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Consulta a tu médico u otro profesional de la salud cualificado ante cualquier pregunta que puedas tener sobre una condición médica o tratamiento.

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