¿Es la carne de conejo baja en grasas?

  • La carne de conejo es baja en grasas y colesterol, lo que la convierte en una alternativa muy recomendada por los especialistas en nutrición para personas deportistas y que quieren mantener su peso a raya.
  • Además de su equilibrado perfil lipídico, la carne de conejo tiene un excelente perfil nutricional, con un rico aporte de nutrientes esenciales. Esto la convierte en una gran alternativa para incluir en una dieta variada y saludable.

Como señala la Organización Mundial de la Salud, una dieta saludable debe estar compuesta por alimentos de origen vegetal crudos y cocidos, legumbres, cereales y semillas. Además, se debe completar con proteínas, ya sea de origen vegetal o animal. Estas últimas se caracterizan por tener un alto valor biológico, pero puede que te preocupe el elevado contenido en grasas de las fuentes proteicas de origen animal, sobre todo en la carne. ¿Cuál debo elegir? ¿Carnes blancas o rojas? ¿Es la carne de conejo baja en grasas?

 

Los especialistas en nutrición señalan que las carnes magras son las más saludables. Esto se debe a que son ricas en proteínas de alta calidad y bajas en grasas. De hecho, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria recomienda el consumo de tres a cuatro raciones de carne blanca dentro de la dieta semanal. Concretamente, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) destaca las carnes de conejo, pollo y pavo; mientras que la cantidad de grasa en las carnes rojas depende del corte.

¿Por qué la carne de conejo es baja en grasas?

La carne de conejo se considera una carne especialmente magra porque el porcentaje de lípidos de su composición es inferior al 5 %.  En cuanto a la composición de esta porción lipídica, destaca el contenido de ácidos grasos insaturados, especialmente monoinsaturados; y en una proporción menor del 50 % de los lípidos totales, de ácidos grasos saturados, un dato que contraría la idea tan difundida de que todas las grasas animales poseen mayoritariamente ácidos grasos saturados. En la siguiente tabla puedes ver una comparativa de la carne de conejo frente a las otras dos carnes magras cuyo consumo destaca AESAN:

CARNE DE CONEJO (por cada 100 g)
CARNE DE POLLO (por cada 100 g)
CARNE DE PAVO (por cada 100 g)
Energía
133 kcal.
167 kcal.
107 kcal.
Proteínas
23 g
20 g
21,9 g
Lípidos totales
4,6 g
9,7 g
2,2 g
AG saturados
1,55 g
2,63 g
0,440 g
AG monoinsaturados
1,09 g
4,37 g
0,370 g
AG poliinsaturados
0,92 g
1,82 g
0,210 g
Colesterol
71 mg/1000 kcal
110 mg/1000 kcal
61 mg/1000 kcal
Hidratos de carbono
Fibra
Azúcares
Agua
72,4 g
70,3 g
75,9 g
Calcio
22 mg
13 mg
8 mg
Hierro
1 mg
1,1 mg
0,8 mg
Yodo
Magnesio
25 mg
22 mg
23 mg
Zinc
1,4 mg
1 mg
1,7 mg
Sodio
67 mg
64 mg
54 mg
Potasio
360 mg
248 mg
300 mg
Fósforo
220 mg
198 mg
150 mg
Selenio
17 mg
6 mg
28,6 mg
Tiamina
0,1 mg
0,1 mg
0,09 mg
Riboflavina
0,19 mg
0,15 mg
0,16 mg
Equivalentes niacina
12,5 mg
10,4 mg
13 mg
Vitamina B6
0,5 mg
0,3 mg
0,46 mg
Folatos
5 mg
10 mg
15 mg
Vitamina B12
10 mg
Tr
2 mg
Vitamina C
Vitamina A: Eq. Retinol
Tr
Tr
Vitamina D
Tr
Tr
Vitamina E
0,13 mg
Tr

La carne de conejo en una dieta equilibrada y saludable

Como habrás podido comprobar en la tabla, la carne de conejo es baja en grasas y, además, presume de un excelente perfil nutricional. Su elevado contenido en proteínas y agua la convierten en un alimento de textura suave y sabor intenso. Como revelan los datos de la Fundación Española de Nutrición, adicionalmente hablamos de un alimento con un alto contenido en minerales (fósforo, calcio, potasio…) y vitaminas hidrosolubles del grupo B (B3, B6 y B12).

 

Todos estos nutrientes resultan fundamentales en una variedad de funciones corporales:

 

  • La coagulación de la sangre.
  • El equilibrio de líquidos.
  • La reparación de tejidos.
  • La respuesta inmunológica.
  • La producción de energía.
  • La función nerviosa.
  • La salud del sistema óseo.
  • Entre muchos otros.

 

Es más, a esto se le suma que su bajo contenido en colágeno la hace altamente digestible.

La carne de conejo tiene buen perfil lipídico
La carne de conejo es baja en grasas y colesterol, siendo uno de los ingredientes principales de la Dieta Mediterránea.

¿Debería incluir la carne de conejo en mi dieta?

Si te estás planteando incluir la carne de conejo en tu dieta equilibrada y saludable, te alegrará saber que está altamente recomendada para deportistas, personas que quieren bajar de peso, el desarrollo de niños y adolescentes, así como para evitar la obesidad infantil; personas mayores, mujeres embarazadas y personas con necesidades proteicas elevadas.

 

Es más, la Guía para profesionales de la salud recomienda la carne de conejo como un ingrediente constitutivo de dietas para distintas patologías. Algunos ejemplos son las hepatopatías crónicas, la hipertensión arterial, las hiperlipemias, la diabetes, la obesidad, la insuficiencia renal crónica, la hiperuricemia y las enfermedades cardiovasculares.

El perfil lipídico de la carne de conejo es equilibrado, con una menor proporción de grasas saturadas en comparación con otros tipos de carnes.

Como ves, la carne de conejo es baja en grasas y muy saludable, formando parte de la famosa Dieta Mediterránea. Además, incluirla en tu menú semanal es tremendamente sencillo gracias a su versatilidad en la cocina. Permite múltiples preparaciones con multitud de ingredientes, dando como resultado platos deliciosos y bajos en calorías, como este arroz con conejo. ¡Descubre más ideas en nuestro recetario!

 

La información proporcionada en este artículo es sólo para fines informativos y no debe considerarse un sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Consulta a tu médico u otro profesional de la salud cualificado ante cualquier pregunta que puedas tener sobre una condición médica o tratamiento.

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