- Si cocinas la carne de conejo a baja temperatura conseguirás una textura más tierna, con más sabor y mejores propiedades nutricionales.
- Te contamos qué necesitas, los tiempos y temperaturas recomendadas según el corte.
La cocción a baja temperatura es una técnica que cada vez se utiliza más, porque asegura resultados deliciosos sin demasiado esfuerzo. Además, tiene la ventaja de ser capaz de adaptarse bien a tus recetas de toda la vida y, también, te abre nuevas posibilidades para sorprender, por ejemplo, a tus hijos cuando vengan a visitarte el fin de semana.
A continuación, te contamos qué es exactamente cocinar a baja temperatura, por qué merece la pena y cómo ponerlo en práctica en tu cocina.
¿Qué es la cocción a baja temperatura?
La cocción a baja temperatura es una técnica que consiste en cocinar los alimentos a fuego lento, durante un tiempo prolongado, y a temperaturas bajas (normalmente, entre 60 °C y 90 °C). De esta manera, la carne se cocina de manera uniforme, sin perder sus jugos naturales ni alterar demasiado su estructura.
La carne de conejo tiende a resecarse si la cocinas más de la cuenta, por ello cocinarlo a baja temperatura te permitirá mantenerla jugosa y evitar que pierda su sabor.
A diferencia del horneado tradicional o el asado rápido, la baja temperatura no somete a la carne a choques térmicos. Por eso es tan útil para cocinar carnes magras, como la de conejo, que requieren algo más de práctica para mantener su jugosidad.
Ventajas de cocinar carne de conejo a baja temperatura
La carne de conejo a baja temperatura mejora la textura del plato, pero tiene muchísimos más beneficios:
- Mayor jugosidad y ternura: la cocción lenta rompe el colágeno y ablanda las fibras musculares sin que la carne pierda su forma.
- Mejor conservación de nutrientes: al no exponer la carne a temperaturas altas, las vitaminas y los minerales se conservan mejor.
- Más sabor y menos grasa: no hace falta que añadas grasa ni ninguna salsa. El propio jugo del conejo (si está bien cocinado) es el mejor condimento posible.
- Cocina organizada: puedes dejar la carne de conejo cocinándose a baja temperatura mientras haces otras tareas, sin riesgo de que se queme.
- Perfecta para congelar o guardar en la nevera: una vez cocinada, la carne se conserva en buen estado durante más tiempo.
Si vas a preparar con antelación un plato para el fin de semana, incluso vas a cocinar varias raciones para ir sacándolas poco a poco de la nevera, esta técnica es la mejor.
Si quieres poner en práctica esta técnica, hazlo con tacos de carne de conejo con cebolla caramelizada, ensalada templada con carne de conejo y un aliño de miel y mostaza, o con un pastel de carne de conejo con puré de patatas.
Pasos para cocinar a baja temperatura
Antes de cocinar cualquier tipo de alimento a baja temperatura necesitaremos los utensilios básicos:
- Horno con control de temperatura o una olla de cocción lenta. También puedes usar un circulador de inmersión (sous-vide) si lo tienes.
- Bolsas de vacío o bolsas tipo zip resistentes al calor (si usas el método sous-vide).
- Termómetro de cocina para controlar la temperatura interna de la carne.
- Bandeja de horno o recipiente hermético, si prefieres el método tradicional.

Lo siguiente que necesitas saber y entender bien es que los tiempos y las temperaturas varían en función del alimento y del corte. Pongamos la carne de conejo como referencia:
Corte | Temperatura | Tiempo de cocción |
---|---|---|
Medallones o lomo | 65 °C | 1,5 a 2 horas |
Muslos | 70 °C | 3 a 4 horas |
Conejo entero troceado | 70 °C | 3 horas |
Un consejo: si utilizas el horno tradicional, precaliéntalo y coloca una bandeja con agua en el fondo para mantener la humedad. Cubre la carne con papel vegetal o una tapa hermética para que se conserven bien los jugos.
Una vez cocinada, puedes dorar la carne de conejo un poco a la plancha o a la sartén para que tenga una textura más crujiente antes de servirla.
Lo mejor de cocinar carne de conejo a baja temperatura es el resultado: jugoso. Con esta técnica, podrás mantener su sabor natural y preparar platos más saludables para toda tu familia. Aunque requiere más tiempo que otras técnicas, el esfuerzo merece la pena con creces.