- Cada uno de los cortes de la carne de conejo tiene sus propiedades nutricionales y organolépticas, por lo tanto, de su correcta elección a la hora de comprarlo depende el resultado final de tu receta.
- La carne de conejo es tremendamente aprovechable en todos los cortes y, gracias a su sabor y textura, casa muy bien con numerosas recetas. Además, admite muchas formas de preparación.
Elegir el corte de carne de conejo idóneo para el plato que vas a preparar es esencial si quieres obtener buenos resultados. No todas las partes son iguales, cada una tiene sus propiedades. Esto hace que, en función del corte, puedan variar aspectos como la jugosidad, la ternura, el sabor o la presentación de tu receta con carne de conejo.
Para ayudarte a valorar qué corte es el que necesitas, te hemos preparado un detallado listado en el que te explicamos los más habituales. Podrás ver sus propiedades, así como algunas recetas en las que cada parte del conejo encaja a la perfección. Por supuesto, también existen otros cortes de carne de conejo que puedes pedir a tu carnicero que te prepare, como el medio conejo troceado.
Los muslos de conejo: ideal para escabeches
Los muslos de conejo podemos encontrarlos en la parte posterior y destacan por su alto contenido en carne magra. Son muy apreciados por los paladares exigentes y por los más pequeños de la casa por su suavidad y su versatilidad en la cocina. Son perfectos tanto para platos tradicionales, como para las recetas más innovadoras.
Por ejemplo, los clásicos escabeches de conejo suelen prepararse con los muslos. Nosotros te recomendamos probar:
- La hamburguesa de carne de conejo, un plato sencillo, asequible y rápido.
- El arroz con conejo y verduras, una receta muy polivalente y equilibrada.
La paletilla de conejo: carnosa y tierna
Este corte del conejo lo encontramos junto a las costillas. Frente a estas últimas, destaca por ser carnosa y tierna. Puedes cocinarla guisada, al horno, a la plancha o frita. Por ejemplo, puedes hacer carne de conejo al horno con tomillo.
También queda muy rica a la barbacoa. Eso sí, debes prestar especial atención para que no te quede seca. Siguiendo nuestros consejos conseguirás que la carne de conejo te quede siempre tierna.
Lomos de conejo: a la plancha o fritos
Localizados en la parte superior de los muslos, destacan por tener mucha carne tierna y de textura fibrosa. Este corte de conejo es la parte más noble y se puede preparar entero, cortado o incluso en filetes, que se obtienen con el deshuesado.
Lo cierto es que son muy cómodos y sencillos de cocinar. A los niños les encantan y admiten muchas preparaciones, destacando a la plancha y fritos. Estos nuggets crujientes de carne de conejo, no les van a decepcionar.
Costillar de conejo: guisos y arroces
El costillar precede al lomo y se caracteriza por tener un menor contenido de carne. Pese a ello, en los últimos años está adquiriendo mucha relevancia por su polivalencia en guisos y arroces.
Como aportan mucho sabor a las recetas y se cocinan rápidamente, deberías probarlos la próxima vez que hagas una paella valenciana; o en algunos de esos guisos típicos de las comidas de domingo en casa de la abuela.
Las vísceras: el secreto para un buen guiso
Muy ricos en vitaminas, minerales y proteínas de alto valor biológico, el hígado, el corazón o los intestinos son un bocado delicioso si te gusta la casquería. La mejor forma de prepararlos es en un guiso por su sabor fino e intenso, que casa con los platos de cuchara. También puedes hacerlos a la plancha o fritos.
Elegir el corte de conejo ideal para tu receta determinará el sabor, textura, jugosidad y presentación del plato. Con la guía que te hemos preparado acertarás seguro.
Como puedes comprobar, hablamos de un animal tremendamente aprovechable y con una versatilidad inigualable tras los fogones. Gracias a ello, puedes prepararlo de formas muy distintas y sorprender siempre a tus comensales con platos nuevos. Si necesitas más ideas, puedes echar un vistazo a nuestro completo recetario.
