- La función cognitiva es fundamental para desenvolvernos en el mundo que nos rodea. Una dieta completa y equilibrada debe aportar a nuestro cerebro todos los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del cuerpo.
- La carne de conejo, gracias a su elevado contenido en vitaminas, minerales y proteínas esenciales, puede mejorar la memoria, prevenir trastornos cognitivos y mantener una mente ágil y saludable.
¿Sabías que la carne de conejo puede ser clave para mantener y potenciar la salud de tu cerebro? Lo que comemos a diario tiene una gran influencia en nuestro organismo. Los malos hábitos alimentarios pueden ser causa de patologías; al igual que una dieta saludable y equilibrada puede ayudarnos a prevenir diversas enfermedades. La función cognitiva no es ajena a estas afirmaciones, tal y como revela la Revista Científica de Nutrición en su Nº20 de septiembre-octubre de 2012.
¿Qué es la función cognitiva?
La cognición o las funciones cognitivas son los procesos mentales que nos permiten recibir, procesar y elaborar la información. En otras palabras, nos permiten tener un papel activo en los procesos de interacción, percepción y comprensión del entorno. Algunos ejemplos de habilidades cognitivas son el lenguaje, la memoria, la atención o la orientación.
Cabe destacar que el cerebro es un órgano complejo y altamente especializado. Interviene en multitud de sistemas del organismo, regulando sus funciones. Como parte del cuerpo humano, el estilo de vida en general y la nutrición en particular, tienen una gran influencia en su correcto funcionamiento, así como en el desarrollo y mantenimiento de la función cognitiva.
Beneficios nutricionales de la carne de conejo
Una dieta completa y equilibrada es capaz de aportar a nuestro organismo todos los nutrientes que necesita. En este sentido, la carne de conejo destaca por sus excelentes propiedades nutricionales. Se trata de una de las carnes magras con mejor perfil lipídico y proteínas de alta calidad, pero bajo en sodio y colesterol.
Además, es fuente de micronutrientes esenciales como vitaminas del grupo B, potasio y selenio. Todos estos nutrientes, en las proporciones adecuadas, juegan un papel clave en la función cognitiva.
Macronutrientes: lípidos y proteínas
Los lípidos son una parte esencial de la composición química de nuestro cerebro (50-60% del peso total). Por lo tanto, una composición lipídica equilibrada en la dieta es vital en las funciones cerebrales:
- Contribuye a la fluidez y permeabilidad de la membrana neuronal.
- Condiciona la correcta síntesis de mielina.
- Influye en la expresión génica.
Del peso total, un 25-30% son ácidos grasos poliinsaturados, dos de los cuales debemos ingerir a través de la dieta: ácido linoleico y ácido linolénico. La carne de conejo, según la citada fuente, cuenta con hasta 10 veces más de ácido linoleico que otras carnes como la ternera o el cordero.
Con respecto a las proteínas, estas aportan los aminoácidos, que tienen una función específica en el sistema nervioso y una clara influencia en la función cognitiva. La carne de conejo, gracias a sus proteínas de alto valor biológico, aportan al organismo todos los aminoácidos esenciales que necesita.
Micronutrientes esenciales
La carne de conejo aporta a la dieta muchos de los micronutrientes que la función cerebral necesita. Es fuente de vitaminas del grupo B, potasio y selenio, tiene un alto contenido en fósforo y aporta cantidades significativas de hierro, zinc y magnesio. Algunos de sus beneficios son:
- Las vitaminas del grupo B actúan como cofactores enzimáticos de las neuronas y las células de la glía.
- La niacina (B3) interviene en múltiples funciones metabólicas y es neuroprotectora en lesiones por isquemia cerebral.
- La vitamina B12 participa en los procesos de mielinización.
- La vitamina E tiene una acción antioxidante.
- El hierro es clave en la mielinización del sistema nervioso central en las primeras etapas de la vida.
Lo que comemos a diario afecta a la salud de nuestro cerebro. La carne de conejo, gracias a sus propiedades nutricionales, tiene beneficiosas implicaciones en la función cognitiva.
Tal y como revela la Revista Científica de Nutrición en su Nº20, la inclusión de la carne de conejo en la alimentación diaria puede ser una decisión inteligente para tu bienestar mental y físico. Te ayuda a cumplir los requisitos de ingestas recomendadas de vitaminas, minerales, proteínas y lípidos, todos ellos clave en la función cognitiva.
