Intolerancias alimentarias: tips y alternativas

  • Alergia e intolerancia alimentaria no es lo mismo: la primera es una respuesta inmunitaria y la segunda afecta a la digestión de ciertos alimentos.

 

  • La Organización Mundial de la Alergia afirma que ningún país ha reportado una disminución de las alergias alimentarias en los últimos 10 años.

En los últimos años, numerosas instituciones y especialistas se han hecho eco de un incremento en los casos de alergias e intolerancias alimentarias. De hecho, la Organización Mundial de la Alergia afirma que ningún país ha reportado una disminución de las alergias alimentarias en los últimos 10 años. En España, la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) indica que una proporción del 1 – 3 % de los adultos y del 4 – 6 % de los niños sufren este tipo de padecimiento.

Dado que cualquier persona puede experimentar en algún momento de su vida un episodio de intolerancia o alergia alimentaria, y que sus consecuencias pueden ser graves, es fundamental conocerlas y aprender a identificarlas.

En este artículo te vamos a hablar de las más comunes, pero también vamos a analizar algunas más peculiares. Por ejemplo, la intolerancia y alergia a las carnes

¿Qué son las intolerancias alimentarias?

Para poder diferenciar correctamente las intolerancias alimentarias de las alergias y actuar en consecuencia, es importante conocer, en primer lugar, sus diferencias:

Intolerancia alimentaria
Alergia
¿Qué es?
Reacción adversa a un determinado alimento, la cual nos impide digerir este o alguno de sus componentes correctamente debido a déficits enzimáticos
Respuesta inmunológica del organismo al contacto, la ingestión o la inhalación de un alimento o alguno de sus componentes (alérgenos)
Ejemplo
lactosa, gluten, fructosa
el huevo, el marisco, los frutos secos

Si bien las intolerancias alimentarias en ocasiones pueden tener una sintomatología similar a la de algunas alergias, no desencadenan una respuesta del sistema inmunitario. Como explican desde Quirón Salud, en el primer caso los síntomas suelen ser moderados. Es más, incluso, es posible pequeñas ingestas del alimento en cuestión sin padecer síntomas. Las alergias, por su parte, presentan los síntomas de manera rápida y fuerte.

Con respecto a los síntomas, las intolerancias suelen manifestarse en forma de gases, malestar, diarrea, vómitos, dolor abdominal, acné o eczemas.

En el caso de las alergias alimentarias, no existen unos síntomas específicos para cada grupo de alimentos. Estos son comunes para todas las alergias y se presentan de manera variada en función de la persona: problemas gastrointestinales, respiratorios, cutáneos, cardiovasculares, neuronales, entre otros.

El síndrome de alfa-gal es un tipo de alergia alimentaria que provoca una reacción alérgica a la carne roja. Una alternativa nutricional excelente son las carnes magras, como la carne de conejo.

Las intolerancias y alergias a las carnes

Menos comunes que las anteriores son las intolerancias y alergias a las carnes de distintos mamíferos y aves, pero también existen casos. Habitualmente, la intolerancia a la carne de vaca o cerdo se produce cuando el sistema digestivo no puede procesar bien las proteínas de la carne, lo que provoca hinchazón, dolor abdominal y hasta náuseas severas en los casos más graves.

 

Por otra parte, una persona puede ser alérgica a la carne de una o varias especies. La Fundación BBVA indica que las alergias a las carnes se deben, generalmente, a la respuesta del sistema inmune a ciertas proteínas (albúminas e inmunoglobulinas) o una secuencia de aminoácidos de las proteínas de la carne.

 

Una de las alergias más peculiares es la alergia a la carne roja o alergia a alfa-Gal. Este tipo de alergia a la carne de ternera, vaca o cordero está asociada a la picadura de una garrapata. Su principal característica es que los síntomas no aparecen de manera inmediata, sino varias horas después de haberla ingerido (entre 3 y 6 horas).

Persona con intolerancia a la carne de vaca
La intolerancia a la carne de vaca es poco frecuente, pero es importante diagnosticarla y conocer alternativas saludables.

Alternativas a la intolerancia a la carne de vaca

Si padeces algún tipo de intolerancia a la carne de vaca, seguramente estarás buscando alguna alternativa con menor contenido en grasa y más digestible.

 

En ese caso, te recomendamos apostar por las carnes blancas, que brillan por dichas cualidades. Concretamente, la carne de conejo resulta una alternativa ideal tanto por su perfil lipídico como por su valor nutricional.

 

Con un alto contenido en agua, proteínas, vitaminas y minerales, destaca por su bajo contenido en grasa y colágeno. Esto la hace no solo muy nutritiva y recomendada para todas las etapas de la vida, sino altamente digestible para todos los grupos de población. Además, gracias a su versatilidad gastronómica, puedes acompañarla de numerosos ingredientes y en múltiples formas de preparación.

 

¿Necesitas algunas ideas para introducir la carne de conejo en una dieta equilibrada y saludable? Puedes prepararla de una manera más digestible y baja en grasas con algunas recetas como la ensalada César, al horno con tomillo, vuelta y vuelta en la sartén para hacerte una deliciosa hamburguesa, a la parrilla con verduras o estofada con una inolvidable salsa de almendras.

¿A qué esperas para probarla? Una vez lo hagas, su textura suave y sabor intenso van a cautivarte tanto a ti como a tus comensales. Elige la receta que más te guste, selecciona el corte más adecuado para prepararla, ¡y disfruta sin tener que preocuparte por la pesadez de las carnes grasas y las intolerancias alimentarias!

 

 

La información proporcionada en este artículo es solo para fines informativos y no debe considerarse un sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Consulta a tu médico u otro profesional de la salud cualificado ante cualquier pregunta que puedas tener sobre una condición médica o tratamiento.

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