- Abordaremos las consecuencias de tener niveles de triglicéridos elevados y te ofreceremos algunas recomendaciones para reducirlos a través de una dieta saludable.
- Los niveles de triglicéridos altos pueden detectarse mediante un análisis de sangre, al igual que el colesterol. Te contamos cuál es la alimentación más adecuada para bajar los triglicéridos.
Ácido úrico, colesterol, triglicéridos… Las revisiones periódicas de nuestro estado de salud suelen ir acompañadas de algunos términos que, si bien estamos acostumbrados a escuchar, no siempre tenemos claro cuál es su significado. De los dos primeros ya te hemos hablado, pero ¿qué son los triglicéridos? ¿Qué función cumplen en nuestro organismo? ¿Cuáles son los niveles recomendados?
Acompáñanos a descubrir cómo la carne de conejo juega un papel fundamental en tu bienestar.
¿Qué son los triglicéridos?
Los triglicéridos son un tipo de lípidos que se encuentran en nuestra sangre. Concretamente, se ubican en las células constituyentes del tejido adiposo -o células grasas-, siendo una de las formas más eficientes que tiene el organismo de almacenar energía. Los obtenemos mediante la alimentación, ingiriendo productos grasos como la mantequilla, los aceites u otras grasas.
Sin embargo, no por ser grasas son perjudiciales para nuestro organismo. Al comer, el cuerpo convierte las calorías que no utilizamos de inmediato en triglicéridos, que se almacenan en las células grasas.
Ante una demanda energética del cuerpo, por ejemplo, entre las comidas, las hormonas inducen la liberación de triglicéridos para obtener energía. Son un tipo de lípidos similar al colesterol, pero es importante diferenciar ambos.
La función de los triglicéridos es almacenar calorías no utilizadas y aportar energía al organismo; mientras que el colesterol participa en la producción de células y hormonas, especialmente en las mujeres. Además, se encarga de la síntesis de los ácidos biliares esenciales para la absorción de grasas y la digestión.
¿Cuáles son los niveles de triglicéridos recomendados?
Como hemos visto, los triglicéridos en sí no son perjudiciales para el organismo, ya que cumplen una función esencial. Sin embargo, sí que es importante vigilar los niveles de triglicéridos en la sangre para mitigar el riesgo de aparición de ciertas enfermedades, especialmente cardiovasculares como, por ejemplo, la obstrucción de las arterias coronarias.
Veamos cuáles son los niveles recomendados por la Fundación Española del Corazón:
- Normal: menos de 150 miligramos por decilitro (mg/dl).
- Límite: 150 a 199 mg/dl.
- Alto: 200 a 499 mg/dl.
- Muy alto: 500 mg/dl o más.
Niveles superiores a 150 mg/dl aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas y suponen un factor de riesgo para el síndrome metabólico. Algunas de las causas que elevan los niveles de triglicéridos son el abuso de azúcares, el sobrepeso y la obesidad, el alcohol y el tabaco, ciertos medicamentos y algunas patologías hepáticas o renales, la diabetes, la tiroides y trastornos genéticos, entre otros.
Para saber si tienes los niveles normales de triglicéridos en sangre, lo más seguro es hacerse un análisis. Cuando ingieres de manera habitual más calorías de las que quemas, sobre todo, de alimentos ricos en carbohidratos, es posible tener los triglicéridos altos. Es lo que se conoce como hipertrigliceridemia.
La Fundación Española del Corazón recomienda el consumo de carnes magras, como son la carne de conejo o deave (sin piel), lácteos desnatados y quesos bajos en grasas para mantener a raya los triglicéridos.
Tengo los triglicéridos altos, ¿cómo bajarlos?
Si los resultados de tu último análisis de sangre no han salido favorables, seguramente te estarás preguntando cómo bajar los triglicéridos. Como en tantos otros ámbitos de la salud, en este caso la alimentación juega un papel fundamental, tal y como nos recuerda la Fundación Española del Corazón.
Esencialmente, una alimentación saludable para bajar los triglicéridos implica elegir determinados alimentos, como frutas y verduras; y limitar otros, como las carnes rojas.
Una buena alternativa si quieres seguir consumiendo carne es elegir carnes magras. En este sentido, la Fundación Española de Nutrición revela que la carne de conejo es una de las más saludables. Esto se debe a que la carne de conejo tiene menos colesterol, es baja en grasas saturadas y rica en ácidos grasos poliinsaturados (omegas 3 y 6).
Ambos resultan esenciales para reducir el riesgo cardiovascular y proteger tu corazón. Además, te aporta muchos de los nutrientes necesarios para que puedas llevar un estilo de vida activo.
Consecuencias de tener los triglicéridos altos
Como ya te hemos comentado, un exceso de triglicéridos en la sangre puede endurecer las arterias o el engrosamiento de las paredes arteriales, lo que aumenta el riesgo de un ataque cardíaco o un accidente cardiovascular. Es más, en niveles muy altos puede causar inflamación aguda del páncreas.
Hay que tener especial cuidado, ya que además no hay síntomas evidentes para detectarlo de manera anticipada. Sin embargo, hay algunos indicadores en lo que nos podemos fijar:
- Dolor en el pecho, dificultad para respirar, palpitaciones irregulares o hinchazón en las extremidades. En caso de sufrir algunos de estos síntomas, es esencial acudir al médico.
- Alteraciones en los niveles de glucosa.
- Dificultad para mantener un peso saludable.
Consejos para reducir tu nivel de triglicéridos
Junto a lo que ya te hemos comentado, también hay una serie de buenos hábitos que nos recomiendan varios especialistas para reducir los niveles de triglicéridos:
- Controlar el peso.
- Incrementar la actividad física.
- Dejar de fumar.
- Limitar el alcohol, los alimentos refinados y el azúcar.
- Reducir la ingesta de grasas saturadas y cambiarlas por grasas más saludables, como las de la carne de conejo.
Puedes incluir la carne de conejo en tu dieta cardiosaludable de muchas formas gracias a su versatilidad en la cocina. Las formas más adecuadas son a la plancha, estofado, al horno, a la parrilla o incluso en ensalada. Solo necesitas leer unos tips para sacarle el máximo partido a cada corte y echar un vistazo a nuestro recetario.
La información proporcionada en este artículo es solo para fines informativos y no debe considerarse un sustituto del consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional. Consulta a tu médico u otro profesional de la salud cualificado ante cualquier pregunta que puedas tener sobre una condición médica o tratamiento.
