- Deshuesar la carne de conejo es una técnica sencilla que solo requiere de unos pocos utensilios habituales en todas las cocinas y algo de práctica.
- La carne de conejo, al ser muy versátil en la cocina, puede prepararse en un amplio abanico de recetas, ya se trate de la pieza entera o de las diferentes partes del animal. Te proponemos varias opciones.
No es muy habitual tener que deshuesar la carne de conejo uno mismo, ya que en la mayoría de las carnicerías es un profesional quien lleva a cabo esta labor con gran destreza. Lo mismo ocurre en las grandes superficies de alimentación, donde podemos encontrar este nutritivo alimento ya preparado en bandejas.
Pese a ello, existen diversas razones por las que podrías tener que realizar tú mismo esta labor ¿No sabes por dónde empezar? No te preocupes, te hemos preparado una guía práctica para aprender a deshuesar correctamente la carne de conejo, aprovechando al máximo cada pieza y facilitando su uso en diferentes recetas.
Herramientas necesarias para deshuesar la carne de conejo
Deshuesar la carne de conejo no requiere de amplios conocimientos técnicos, sin perjuicio de que tenerlos sea un plus. Lo que sí que vas a necesitar es contar con unas pocas herramientas y cierta destreza a la hora de manejar los cuchillos.
Vamos a ver en detalle qué utensilios necesitas:
- Dos cuchillos bien afilados, uno grande y otro de hoja fina y puntiaguda.
- Superficie de trabajo estable, como una tabla.
- Tijeras de cocina para retirar la grasa si fuese necesario.
- Plato o recipiente para colocar las piezas de carne de conejo una vez cortadas.
Como puedes ver, todos estos elementos son bastante habituales en cualquier cocina, así que no deberías tener ningún problema a la hora de deshuesar la carne de conejo. Ahora, ¡vamos a entrar en materia!
Cómo deshuesar carne de conejo paso a paso sin desperdiciar
Si bien deshuesar la carne de conejo es muy sencillo, es posible que necesites un poco de práctica antes de conseguir dominar la técnica. Para ello, te vamos a descubrir cómo hacerlo:
- Lo primero es colocar la pieza entera en nuestra superficie de trabajo.
- Tantea un poco los huesos de las patas y la columna para hacerte una idea de hasta donde llegan. Puedes marcarte unas referencias si lo necesitas las primeras veces.
- El siguiente paso son las patas. Para ello, corta con el cuchillo de hoja fina las paletillas siguiendo la línea del músculo. Una vez listas, continúa con las patas traseras. Solo debes seguir la línea del muslo contra el hueso para ir desprendiéndolo.
- Al llegar a la articulación (cartílago), puedes doblarlo y partirlo con las manos o recurrir a un golpe seco con el cuchillo para separarla del músculo. Repite el mismo proceso con el otro muslo.
5. A continuación, pasamos al costillar. Corta longitudinalmente la carne siguiendo la línea del esternón.
6. Corta el costillar por la mitad hasta escuchar el chasquido de los huesos al quebrarse.
7. Una vez abierto el costillar, localiza la hilera de huesos que forman las pequeñas costillas. Con la punta del cuchillo ve separando la carne pegada a cada costilla, deslizando la hoja justo por debajo del hueso para no desperdiciar nada de carne.
8. Cuando tengas las costillas limpias, llega el momento de cortar las “chuletillas”. Para ello, utiliza un cuchillo bien afilado y realiza cortes transversales entre costilla y costilla. No hace falta ejercer demasiada fuerza: basta con seguir el espacio natural que hay entre los huesos
9. Si quieres un acabado más fino, repasa cada chuletilla eliminando los posibles restos de grasa. Puedes también limpiar el hueso, raspando suavemente con el cuchillo, para dejarlo más vistoso, al estilo de una chuletilla de cordero. De esta forma, ¡ya tendrías la pieza deshuesada y lista para cocinar!
Otra opción es, en lugar de separar las chuletillas, retirar la carcasa del costillar por completo para conservar los lomos limpios y enteros.
Esta segunda opción es especialmente interesante si quieres presentar una pieza más uniforme o trabajar el lomo como corte protagonista de tu receta.
Deshuesar la carne de conejo no requiere de amplios conocimientos técnicos. Solo debes disponer de un cuchillo afilado, unas tijeras y ganar algo de práctica.
Recetas ideales con carne de conejo
Una vez que ya has logrado deshuesar la carne de conejo siguiendo nuestros pasos, ya lo tienes todo listo para asar, guisar o preparar a la brasa. Da igual cuál sea la opción que elijas, ya que la carne de conejo es tan versátil que con ella se pueden preparar muchísimas recetas.
Algunos clásicos de la gastronomía con los que aprovechar la pieza entera son el conejo en salmorejo y el conejo al ajillo.
Otra alternativa es cocinar las distintas partes por separado ¡Así podrás disfrutar de más platos deliciosos! Recuerda que cada tipo de corte es ideal para un tipo u otro de receta, así que échale un vistazo a nuestros consejos para obtener un resultado de 10. Aquí van algunas ideas:
- Puedes aprovechar el costillar tanto para guisos como arroces: una rica paella valenciana o un arroz con verduras. O a modo de “chuletillas” a la brasa, quedan deliciosas.
- Los muslos son una excelente opción para escabeches o papillotes. Por ejemplo, los muslitos de conejo encebollados no van a decepcionarte. Y si quieres probar algo más internacional, te recomendamos los sarmale rellenos de carne de conejo.
- A los más pequeños de la casa les encantarán las hamburguesas de carne de conejo y los nuggets crujientes, que puedes preparar picando los lomos.
- La paletilla, carnosa y tierna, queda ideal guisada, a la plancha, al horno o frita. Por ejemplo, puedes hacer carne de conejo al horno con tomillo, un plato ideal para las comidas de domingo en familia.
Llegados a este punto, seguro que ya dominas la técnica para deshuesar la carne de conejo. Además, hemos puesto a tu disposición todo un abanico de recetas. Ya solo te falta sorprender a tus comensales con un plato sabroso y tentador que, además, será tremendamente saludable ¿Te animas a intentarlo?