- El embarazo es una etapa muy bonita en la vida, pero a muchas mujeres les preocupan los riesgos que entraña la alimentación. Si es tu caso, seguramente te habrás preguntado ¿qué carne es mejor para embarazadas?
- La carne de conejo es una excelente alternativa durante la gestación y la lactancia por su elevado valor nutricional y las proteínas de alto valor biológico que aporta. Además, es muy digestible y goza de gran versatilidad en la cocina.
Si estás embarazada, o tienes un allegado que lo esté, ya sabrás que una de las principales preocupaciones es la alimentación. Desde las primeras consultas, el médico nos alerta de los riesgos de algunas comidas, en especial la carne. Esto puede llegar a suponer un auténtico quebradero de cabeza en muchas ocasiones. ¿Qué carne es mejor para embarazadas? ¿Cuánto debo cocinarla? ¿Puedo comer este tipo de carne?
Lo primero que debes de tener claro es que un embarazo no es una enfermedad. Si bien es cierto que es imperativo seguir las recomendaciones de los especialistas para evitar o minimizar los riesgos, durante el embarazo es esencial consumir la cantidad adecuada de todos los nutrientes necesarios. Solo de esta forma podrás prevenir posibles enfermedades futuras y garantizar el correcto desarrollo del bebé.
En este artículo, descubrirás las mejores opciones de carne para incluir en tu dieta durante el embarazo. Aprende cuáles son las más nutritivas, seguras y beneficiosas tanto para ti como para tu bebé, garantizando una alimentación equilibrada y saludable en esta etapa tan importante.
La carne en el embarazo
El consumo de carne en el embarazo está recomendado por el Ministerio de Consumo por tratarse de una fuente de proteínas de alto valor biológico. Estas son importantes durante el embarazo y la lactancia, debido a un mayor requerimiento proteico del organismo en esta etapa. Además, la carne nos aporta vitaminas del grupo B, así como muchos minerales necesarios (hierro, potasio, fósforo, zinc…).
Durante el embarazo, las carnes más recomendadas son aquellas con bajo contenido en grasa, como las carnes blancas o magras. Por ejemplo, la carne de conejo, el pollo o el pavo, porque tienen un elevado valor nutricional. También puedes consumir carne de cerdo o carne roja, siempre en las cantidades recomendadas por tu médico.
Lo que sí que debes de tener en cuenta para evitar transmitir toxoplasmosis, salmonelosis o listeria son tres aspectos fundamentales:
- No comer carne cruda o curada, como es el ejemplo de muchos embutidos.
- Cocina la carne más de la cuenta, que quede muy bien hecha (que alcance una temperatura de 75º C en el centro de la pieza).
- Lava bien tus manos y los utensilios antes y después de manipular la carne.
La carne de conejo, además de ser una de las carnes más proteicas, es una gran aliada desde el punto de vista nutricional. Tiene bajo contenido en grasa y alto en vitaminas y minerales.
¿Qué carne es mejor para embarazadas? La carne de conejo, un gran aliado
Como hemos comentado, durante el embarazo debemos cuidar especialmente la alimentación. Las recomendaciones de energía no experimentan un gran aumento, pero sí las de muchos otros nutrientes. Por esa razón, cobran especial relevancia los alimentos con una alta densidad nutricional. Sobre todo, aquellos con un elevado aporte proteico para la formación de los tejidos del feto, el aumento del volumen sanguíneo y el desarrollo de las estructuras para preparar el parto.
No menos importantes son la vitamina B12, el ácido fólico y los minerales. Especialmente, el aporte de yodo, hierro, calcio y cinc. Tal y como señala la Organización Interprofesional Cunícola (INTERCUN) en su Guía Científica y gastronómica de la carne de conejo, la ingesta de estos nutrientes previene posibles enfermedades derivadas de su carencia y garantiza el correcto desarrollo del bebé.
En este sentido, la carne de conejo nos aporta 148 kcal/100g, con una baja cantidad de grasa (7,41 g/100g). Gracias a ello, es ideal en una dieta saludable y equilibrada, en especial para mujeres embarazadas. Adicionalmente, cuenta con una alta densidad nutricional. Aporta proteínas de alto valor biológico y muchos micronutrientes vinculados al buen desarrollo del feto, como potasio y fósforo.
Como ves, la carne de conejo, siguiendo las recomendaciones propias para su cocinado durante el embarazo, es una excelente alternativa para mujeres gestantes. Todo ello sumado a su versatilidad en la cocina para adaptarse a todos los gustos; así como una gran digestibilidad, vital en el último trimestre del embarazo, cuando el crecimiento del feto ejerce presión sobre el estómago.